El Hermitage: más que un museo


Efe Reportajes – El museo Hermitage alberga veinticinco siglos de historia, que van desde el siglo V antes de Cristo hasta el siglo XX, condensados en sobresalientes piezas de arqueología y artes decorativas, además de los magníficos fondos de pintura, escultura y dibujos que conforman las colecciones del museo ruso.

También tienen cabida dos obras de la colección de Rembrandt que atesora el Hermitage, “Retrato de un estudioso” y “Haman reconoce su suerte”.

Dibujos de Durero, Rubens, Watteau e Ingres también están presente y, entre las esculturas, puede destacarse el boceto en terracota de Bernini para el Éxtasis de Santa Teresa, y una de las obras maestras en mármol de Antonio Canova, “La Magdalena penitente”.

Algunas obras de impresionistas franceses como Monet, Cèzanne, Renoir, Gauguin y Matisse; tres lienzos de Picasso, entre ellos “Mujer sentada”; obras rusas de la vanguardia abstracta, “Composición VI”, de Kandinsky, y el” Cuadrado negro”, de Malevich, conforman un resumen significativo de esta magna exposición.

El director del museo ruso, Mikhail Piotrovsky, enumeró todo lo que significa el Museo Estatal del Hermitage: “Es arqueología, escultura griega, ciencia, diseño, pero es también la historia de los zares y de los coleccionistas que formaron estas colecciones. Significa, conclusión, la presentación de Rusia tal como la imaginamos, amamos y apreciamos”.

PALACIO DE INVIERNO

Grabriele Finaldi, historiador y curador, así como director del The National Gallery, en Londres (Inglaterra), explica que fue Pedro el Grande el creador del Hermitage y fundador de la ciudad donde nace, San Petersburgo.

El museo es un conjunto de edificios palaciegos situado junto al río Neva. El Palacio de Invierno, residencia de la Zarina Catalina la grande en el siglo XVIII, es el espectacular escenario a partir del que surge una de las pinacotecas más grandes del mundo que, poco a poco, se va ampliando para albergar sus fondos que abarcan todas las parcelas del arte clásico.

Sus colecciones abarcan desde piezas del Egipto de los faraones, a las culturas siberianas, arte grecorromano y renacentista, hasta escultura neoclásica y pintura de Picasso o Matisse.

Nació fruto del interés de los zares por el arte y del coleccionismo privado, una mezcla perfecta que ha dado como resultado lo que es hoy.

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