Elimina el ¨Factor ¡Oops!”: riesgos que debes evitar al conducir


SEGURIDAD VIAL y la organización de averías GEM Motoring Assist está alentando a los conductores a reflexionar sobre los momentos peligrosos que han experimentado al volante, para reducir los riesgos que enfrentan en futuros viajes por carretera. El oficial de seguridad vial de GEM, Neil Worth, comenta: “Todos estamos familiarizados con los momentos de peligro de los” factores molestos “, en los que no se hizo daño en realidad, pero nos acercamos al desastre”.

El oficial de seguridad vial de GEM, Neil Worth, comenta: “Todos estamos familiarizados con los momentos de peligro de los” factores oops”, en los que no se hizo daño en realidad, pero nos acercamos al desastre. Alentamos a los conductores a dedicar un tiempo a pensar en sus propios momentos particulares de ‘factor oops’. Pero en lugar de detenerse en el peligro y correr el riesgo de distraerse, espere hasta el final de un viaje y reserve un momento para pensar por qué sucedió. Ese breve período de reflexión puede ser todo lo que necesita para identificar el motivo y adaptar sus técnicas de observación o concentración para evitar que vuelva a ocurrir una situación similar”.

  • Piensa en el riesgo en los viajes. Este riesgo podría provenir de un tramo de carretera peligroso, de condiciones climáticas adversas, una elección de velocidad imprudente o de una falta de concentración en la tarea de conducción.
  • Esperar lo inesperado. Esto es especialmente cierto en tramos familiares de carretera. Mantenga la guardia en alto, anticipe lo que podría pasar y manténgase a la vanguardia de la situación, en lugar de tener que reaccionar con urgencia.
  • Elimine la palabra “repentinamente” de su vocabulario de manejo. Al identificar todas las áreas de riesgo posibles, puede adaptar y actualizar su velocidad y posición para mantenerse alejado de problemas.
  • Aprender de los errores. Seguramente estarás familiarizado con el ‘factor oops’; la comprensión de que un momento arriesgado acaba de suceder. Tómese tiempo después para pensar por qué sucedió ese momento. ¿Fallaste en ver otro vehículo? ¿Calculó mal la distancia o la velocidad? ¿Apostamos con un semáforo cambiante? Lo más importante, ¿qué podría hacer de manera diferente la próxima vez para reducir el riesgo?

“Podemos minimizar los riesgos que enfrentamos y los riesgos que representamos para otros”, agrega Neil Worth. “Una buena observación y anticipación significa que podemos detectar problemas potenciales temprano y buscar una resolución segura de una situación en sus etapas iniciales. En cierto sentido, estamos haciendo el trabajo de otros conductores para ellos, y no debemos esperar que se nos agradezca. Nuestra satisfacción puede llegar a saber que hicimos una contribución positiva para garantizar un viaje más seguro. La experiencia debería advertirnos de situaciones en las que aumenta el riesgo: por ejemplo, si es un día lluvioso, sabemos que tardaremos más tiempo en detenerlo. Más al punto, podemos esperar tener que hacer concesiones a otros que pueden tener menos experiencia o que no relacionan el clima húmedo con un mayor riesgo”.

Tomar el tiempo para evaluar cualquier ‘casi accidentes’ que pudiéramos haber experimentado, esos momentos durante un viaje en el que levantamos una ceja, tomamos aliento, maldecimos a otro conductor o sentimos que nuestros corazones pierden el ritmo, puede ser muy útil para reducir el riesgo.

La mayoría de nosotros somos malos para aceptar la culpa. Pero estamos tratando de mantener la culpa de la ecuación y adoptar la simple prioridad de mantenernos a salvo, y ayudar a otros a estar seguros también.

Al reconocer las situaciones que pueden conducir a un mayor peligro y al aprender de esos momentos de ‘factor oops’, podemos reducir el riesgo de forma activa, tanto para nosotros como para quienes nos rodean.

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