Cáncer infantil: la importancia de la detección temprana para salvar y transformar vidas
Cáncer infantil: la importancia de la detección temprana para salvar y transformar vidas
En la Unidad de H-oncokids del Hospital El Pilar, la atención del cáncer infantil va más allá del tratamiento médico: se acompaña la vida, las emociones y la esperanza de cada niño y su familia. La Dra. Nidia López, hemato-oncóloga pediatra, comparte su experiencia, historias que marcan y mensajes fundamentales para las familias.
“Trabajamos a diario con la vida y la muerte”, expresa la Dra. López. En oncología pediátrica, cada niño es mucho más que un diagnóstico: es un nombre, una familia y sueños por cumplir.
Relata el caso de un adolescente diagnosticado con leucemia que, al ver a su madre angustiada, le dijo con serenidad: “Mami, tranquila, confía en Dios y trabajará a través de la quimioterapia. Y si él quiere que viva con células cancerígenas en mi cuerpo, también lo acepto”.
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También recuerda a un padre cuyo hijo debía perder un ojo debido a una retinoblastoma: “Doctora, si esto es así, lo acepto, porque prefiero perder un pedacito de él que perderlo a todo él”. Estas historias, explica, reflejan la profunda resiliencia de los niños con cáncer, una lección diaria que impulsa al equipo médico a seguir acompañando con humanidad, ciencia y esperanza.
El papel clave del diagnóstico temprano
Uno de los factores más importantes para una recuperación exitosa es el diagnóstico temprano. Detectar el cáncer infantil a tiempo permite menos complicaciones, tratamientos menos invasivos y mayores tasas de curación. “La detección oportuna puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, enfatiza la especialista.
Según la Dra. López, los cánceres infantiles más comunes son:
- Leucemia linfoblástica aguda, el cáncer pediátrico más frecuente (40–50% de los casos), altamente curable si se detecta a tiempo.
- Tumores del sistema nervioso central.
- Retinoblastoma (con mayor incidencia en Guatemala).
- Linfomas.
- Tumores renales, hepáticos y germinales.
“A diferencia del cáncer en adultos, el cáncer infantil no es prevenible, pero sí altamente curable con atención especializada”, asegura la doctora.
Signos de alerta del cáncer infantil que los padres deben conocer
Reconocer los síntomas tempranos puede salvar vidas. Algunos signos de alarma incluyen:
- Moretones frecuentes, petequias o sangrados (encías, nariz).
- Palidez y cansancio persistente.
- Ganglios inflamados que no desaparecen.
- Aumento del abdomen o crecimiento de masas en cualquier parte del cuerpo.
En tumores del sistema nervioso central:
- Dolores de cabeza frecuentes que no mejoran con analgésicos.
- Vómitos persistentes, especialmente por la mañana.
- Convulsiones.
En el caso del retinoblastoma:
- Ausencia del reflejo rojo en el ojo.
- Aparición de una mancha blanca en la pupila.
Ante cualquiera de estos signos, es fundamental consultar de inmediato con un oncólogo pediatra.
El valor del acompañamiento familiar y emocional
El diagnóstico de cáncer infantil impacta a toda la familia y transforma la dinámica del hogar. Contar con una red de apoyo sólida permite cumplir adecuadamente el tratamiento, lo que mejora significativamente las tasas de curación.
La Unidad de H-oncokids del Hospital El Pilar integra un equipo de psicología que acompaña tanto al niño como a su familia durante todo el proceso, fortaleciendo el bienestar emocional y la adherencia al tratamiento.
“El cáncer infantil no es una condena”, afirma la Dra. López. Con diagnóstico temprano, tratamiento especializado y compromiso familiar, hay esperanza real.
“Es un proceso duro, pero tiene un final. Siempre les digo a las familias que vivan un día a la vez, hasta poder decir: estoy libre de cáncer”.
El diagnóstico temprano y el tratamiento por médicos especializados en oncología pediátrica son determinantes para lograr altas tasas de curación. En el Hospital El Pilar, la Unidad de H-oncokids ofrece atención integral, humana y basada en evidencia científica, acompañando cada paso del camino.
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