Jóvenes y mayores: una convivencia solidaria que cambia vidas
Jóvenes y mayores: una convivencia solidaria que cambia vidas
En un mundo donde la soledad afecta cada vez a más personas mayores y los costos de vivienda son un obstáculo para muchos jóvenes, un programa intergeneracional está demostrando que la convivencia puede ser la solución perfecta para ambos. La iniciativa ‘Vivir y Convivir‘, gestionada por la Fundació Roure en Barcelona, promueve la colaboración entre generaciones, permitiendo que estudiantes universitarios vivan con adultos mayores a cambio de brindarles compañía y apoyo.
El programa, con más de 25 años de trayectoria, busca combatir la soledad en personas de edad avanzada mientras ofrece a los jóvenes una alternativa asequible de alojamiento. Uno de los casos más recientes es el de Carles Conti, un estudiante mallorquín de 35 años, quien comparte su día a día con Montserrat Parets, una mujer de 89 años. Para Carles, la experiencia ha sido enriquecedora, ya que no solo ha encontrado un hogar, sino también una mentora llena de historias y enseñanzas. Por su parte, Montserrat ha redescubierto el valor de la compañía y la alegría de compartir su vida con alguien más joven.
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El impacto positivo de esta convivencia va más allá del beneficio mutuo: fomenta valores de solidaridad, empatía y conexión intergeneracional, fortaleciendo el tejido social. Mientras los jóvenes encuentran estabilidad y un ambiente de aprendizaje personal, los mayores disfrutan de una renovada sensación de propósito y bienestar.
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Iniciativas como ‘Vivir y Convivir‘ demuestran que, con creatividad y compromiso, es posible construir soluciones innovadoras a problemáticas sociales actuales. En un mundo donde a menudo se habla de brechas generacionales, este programa recuerda que la convivencia y el apoyo mutuo pueden unir a las personas, creando lazos que trascienden la edad.
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