Mitos sobre ciberseguridad que pueden ponerte en riesgo

Mitos sobre ciberseguridad que pueden ponerte en riesgo
Durante octubre se celebra el mes de la Concienciación sobre la Ciberseguridad, una iniciativa global para reforzar los hábitos seguros en el entorno digital. En la región latinoamericana los riesgos en ciberseguridad son concretos, según el último ESET Security Report 2025, 1 de cada 4 empresas ya ha sufrido un ciberataque en el último año. No solo las empresas son vulnerables ya que las campañas masivas de phishing buscan atraer al público general y simulan mensajes de empresas de correos con supuestos problemas de entregas, o de organismos gubernamentales que comunican multas inexistentes, citaciones judiciales, entre tantos otros intentos de engañar y generar urgencia para que se actúe bajo presión.

En este contexto, ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, advierte que cualquier persona usuaria de servicios en línea es blanco de ataque y comenta que es necesario abordar algunos mitos que aún persisten sobre la seguridad digital y que pueden poner en riesgo tanto a usuarios como a sistemas corporativos:
No soy un objetivo, porque no tengo nada de valor
Es común que las personas crean que los ciberataques solo apuntan a grandes empresas o figuras públicas. La realidad es que cualquier dato personal tiene valor para los ciberdelincuentes, desde información bancaria hasta credenciales de correo electrónico o redes sociales. Las estafas digitales llegan a millones de usuarios comunes, independientemente de su perfil o relevancia en línea.
“Subestimar el riesgo crea una falsa sensación de seguridad y conduce a comportamientos riesgosos, como no habilitar la autenticación multifactor, usar contraseñas débiles o hacer clic en enlaces sospechosos. Estas debilidades son una oportunidad única para ataques que resultan en robo de datos, clonación de tarjetas, apropiación de cuentas o incluso extorsión digital, a usuarios que creen no ser blanco de ataques”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
Mi antivirus me protege contra todo
El antivirus es una pieza importante de la defensa, pero no cubre todos los vectores de ataque. La ingeniería social, las fallas en los procesos, la mala administración de privilegios, los ataques a la cadena de suministro y brechas de visibilidad operativa, son acciones que un antivirus por sí solo no puede resolver.
Un ejemplo de esto se dio en Brasil, el caso de C&M Software expuso cómo las lagunas en los procedimientos, la falta de controles y las fallas en la gestión de terceros permitieron el desvío de recursos y comprometieron la seguridad operativa de la organización. Esto demostró que la seguridad no es solo tecnología, también es proceso y gobernanza. Otro punto crítico es que muchos ataques explotan credenciales filtradas, debilidades humanas o flujos de autorización inseguros, escenarios en los que una solución antivirus no evita la intrusión inicial o la escalada de acceso. Por lo tanto, la estrategia de defensa actual debe estar en capas.
Mi contraseña es segura, puedes usarla en todo
Aunque una contraseña sea segura, reutilizarlas en múltiples servicios presenta un riesgo. En la práctica, los delincuentes que se especializan en ataques automatizados, como el relleno de credenciales (credential stuffing) donde utilizan combinaciones de correo electrónico y contraseña filtradas para intentar acceder a otras cuentas automáticamente. Si la contraseña es la misma, el acceso es inmediato y silencioso.
Por otro lado, la reutilización de contraseñas hace que estafas como el phishing y la apropiación de cuentas sean más efectivas, porque los ciberdelincuentes pueden combinar información de diferentes servicios para engañar al usuario de manera más convincente. Incluso si una plataforma tiene una protección sólida, si se usa la misma contraseña en un sitio web con seguridad débil, el riesgo se replica.
“Confiar exclusivamente en contraseñas seguras y únicas crea una falsa sensación de seguridad y deja a los usuarios vulnerables a intrusiones, robo de identidad y fraude financiero. La protección eficaz requiere no solo contraseñas seguras, sino también una combinación de autenticación multifactor, monitoreo de actividades sospechosas y buenas prácticas de administración de credenciales”, agrega Gutiérrez Amaya de ESET.
Mi celular está seguro, solo tengo que preocuparme por la computadora
Muchas personas creen que sus teléfonos inteligentes o tabletas están protegidos porque son dispositivos más pequeños o modernos, y que los ataques cibernéticos no les afectan. Los dispositivos móviles son objetivos frecuentes de estafas sofisticadas, y los riesgos aumentan a medida que se concentra información personal, financiera y profesional en ellos. La defensa móvil efectiva implica contraseñas seguras, autenticación multifactor, tener cuidado con las aplicaciones y enlaces sospechosos, actualizaciones periódicas y prestar atención a llamadas telefónicas inesperadas.
Además de los casos de phishing y vishing y otros de ingeniería social, también los dispositivos, tanto Android como Apple, y otros, son blanco de distribución de malware, con aplicaciones falsas y explotación de vulnerabilidades del sistema, que pueden comprometer el dispositivo incluso sin interacción directa del usuario. De hecho, se ha identificado en el pasado como apps maliciosas han permanecido en las tiendas oficiales de Google por un tiempo considerable sin ser detectadas. O cómo, hacia fines de 2023, se había advertido un aumento de las aplicaciones de préstamos en Android que no eran más que vías de entrada para programas espías.
La ciberseguridad es responsabilidad exclusiva del sector IT
Todo usuario tiene un papel esencial en la protección de datos y sistemas. La persona que adopta buenas prácticas contribuye a fortalecer la seguridad de toda la organización o comunidad en línea. Hábitos simples como verificar enlaces antes de hacer clic, mantener contraseñas seguras y únicas, habilitar la autenticación multifactor y reportar actividades sospechosas crean barreras efectivas que complementan las tecnologías y políticas de IT.
“Cuando todos nos involucramos, la conciencia colectiva se convierte en una poderosa defensa, capaz de prevenir estafas, fraudes e invasiones, proteger la información personal y corporativa y la comunidad digital en su conjunto. Cuanto más actúa cada persona de forma consciente, más resistente será el ecosistema digital. Es importante recordar que la ciberseguridad es responsabilidad de todos, y los pequeños hábitos marcan una gran diferencia”, concluye el investigador de ESET Latinoamérica.
Lee también Xiaomi 15T llega para transformar la experiencia digital
Dejar un comentario