Ben Carrillo, un joven que desde pequeño demostró su gran carácter y perseverancia 


Ben Carrillo, un joven que desde pequeño demostró su gran carácter y perseverancia 

Recientemente el cantautor guatemalteco Ben Carrillo, conto su historia a la revista Billboard, donde conto sus inicios y como logro superar cada una de las dificultades con las que atreveso desde corta edad, en esta entrevista se logra conocer más del artista que le abre shows a Bad Bunny y graba con Thalia.

Cuando Carrillo tenía solo 15 años, (actualmente tiene 28), el joven que cruzó la frontera completamente solo es un productor y cantautor en ascenso manejado por Fabio Acosta y Vibras Lab. Ha trabajado con Sky Rompiendo y Mosty, grabado con Thalia y Bruses, abierto concierto para Bad Bunny y, este mes, lanzó su EP “Broken Hearts Anthem“. Más allá del éxito, Carrillo tiene la esperanza de que su extraordinaria historia de trabajo, superación y motivación sirva de inspiración para otros inmigrantes que llegan a Estados Unidos — o a cualquier lugar del mundo — con solo sus sueños como equipaje.  

Ben Carrillo, un joven que desde pequeño demostró su gran carácter y perseverancia 
Ben Carrillo, un joven que desde pequeño demostró su gran carácter y perseverancia 

“Nací y crecí en un país hermoso: Guatemala. Pero un país donde la violencia, la corrupción y la pobreza van en aumento. Desde muy pequeño fui el hombre de la casa. Tuve que cuidar a mis hermanos, estudiar, trabajar y hacerme cargo de todos los mandados. Mi padre era músico y coreógrafo. Tuvimos relación pero no fue responsable, y mi madre, soltera y con tres hijos, hizo lo que pudo. Pero el mismo entorno en el que vivíamos y lo que ella vivió, hizo que nos creara un daño mental y emocional muy grande y que solo hasta ahora, mis hermanos y yo estamos sanando”, mencionó Ben Carrillo.

Síguenos en Instagram Soy Positivo Oficial

“Me vi en un punto donde ya no tenía un futuro en Guatemala: O me iba a la calle a buscar oportunidades, o buscaba un mejor futuro en los Estados Unidos, como muchos de mis familiares ya habían hecho. Conseguir visa era imposible; éramos pobres, no tenía a mi padre o a mi madre. Fui al campo y trabajé con mi abuelo en su finca cortando caña de azúcar y plátanos. Ahí junté un poco de dinero y a los 15 años, en enero del 2010, tomé la decisión de cruzar el desierto hacia Estados Unidos, persiguiendo el “sueño americano”.

Hablé con diferentes abogados para ver si había alguna manera de conseguir los papeles, pero las leyes estaban y siguen siendo muy rígidas. No importaba que yo estaba escapando de mi país, por ahora tenía que vivir aquí ilegalmente. Pasaron los años. Estudié high school en Texas. Ahí me encontré con el rock, country music y hip hop. Aprendí inglés y me gradué. Hasta este punto, era un inmigrante, sin papeles. Sufrí racismo y discriminación, no solo por mi color de piel, sino también por mi estatus legal. Empecé a trabajar ilegalmente lavando platos en un restaurante. Fue gracias a eso que a los 18 años logré rentar mi primer apartamento y crear mi estudio de música. Como no tenía dinero para estudiar, buscaba tutoriales de YouTube y así aprendí a grabarme, componer y hacer mi propio mixing.

Después de 5 años de ser ilegal en Estados Unidos, mi tío escuchó en la radio un anuncio que hablaba de la oportunidad de conseguir papeles para los que fueran menores de 21 años y que no contaban con sus padres o que hubieran sido abandonados/maltratados. Ese era mi caso. Y así fue que conseguí mi residencia o Green Card.

Lee también Premios Estela abre la votación para la categoría dedicada al público

Ese mismo mes, viajé a Medellín buscando oportunidades con diferentes productores. Conocí a Sky Rompiendo, Mosty, Feid, Ovy On the Drums, Rolo, Jowan y muchas personas de la industria que fueron esenciales para mi crecimiento artístico. Ahora que tenía mis papeles, pude regresar a Guatemala a ver a mi familia y me di cuenta que ellos se encontraban en la misma situación difícil que yo había pasado cuando vivía allá. Sabía que no quería ponerlos en el mismo riesgo de cruzar el desierto, pero no podía verlos pasarla tan mal en Guatemala.

Sé que tengo ángeles que me cuidan. Sé que tengo un deber y es contar mi historia y demostrarle a mi gente latina que no importa de dónde vienes, lo que importa es para donde vas. Todo lo que nos pasa en esta vida tiene un propósito. Todo trauma se puede convertir en amor propio y amor hacia los demás y con trabajo duro, disciplina y constancia, TODO es posible.

Esto es algo que escribo desde mi corazón, para todas esas personas que están cruzando o que ya cruzaron, para decirles que Sí se puede, que el camino no es fácil, pero la recompensa es dulce. No somos “ILLEGAL ALIENS”, SOMOS SOÑADORES.

Compartamos Lo Bueno

Si conoces artistas que están destacando con su talento o están realizando acciones positivas por el país, escríbenos al correo [email protected] y juntos compartamos lo bueno.

Fuente Billboar en español //Fotos Instagram @bencarrillo

Dejar un comentario

  • Su correo electrónico no será publicado.
  • *Información requerida
Los comentarios emitidos pueden estar sujetos a aprobación antes de aparecer.