Daniel Hernández-Salazar presenta Árbenz… fin del exilio/Apoteosis del retorno


Daniel Hernández-Salazar presenta Árbenz… fin del exilio/Apoteosis del retorno

Cada vez que miramos una fotografía somos conscientes, aunque sea débilmente, de que el fotógrafo escogió esa vista de una infinidad de otras posibles. El modo de ver del fotógrafo se refleja en su elección del tema.

Daniel Hernández-Salazar, un hombre enamorado de la música y la fotografía, un artista que se ha destacado por documentar personas y acontecimientos trascendentales que tienden a desaparecer y que él considera que vale la pena guardar para la posteridad. Él sabe, como anota John Berger en el libro Modos de ver, que el pasado no es algo para vivir en él, que es un pozo de conclusiones del que extraemos para actuar.

Daniel Hernández-Salazar presenta Árbenz… fin del exilio/Apoteosis del retorno
Daniel Hernández-Salazar presenta Árbenz… fin del exilio/Apoteosis del retorno

La fotografía lo atrajo desde la infancia. Principio con cámaras sencillas, captando sujetos de su entorno familiar. Se interesó por desarrollar la técnica y fortaleció su vocación a partir de su paso por la facultad de Arquitectura de la Universidad Francisco Marroquín. Posteriormente su trabajo en la reconstrucción de la Catedral Metropolitana le abrió todo un mundo de posibilidades de expresión artística dentro del ejercicio fotográfico.

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Cabe señalar que Daniel es un ser humano sensible. Realiza su trabajo documental como una obligación ética y un deber moral que lo impulsan a saber mejor lo que pasa para empezar a actuar. Como fotógrafo corresponsal de The Associated Press, Reuters y Agence France Presse ha sido testigo de acontecimientos importantes que seguramente pasarán a la historia.  

En la década de los ochenta, Guatemala vio el nacimiento de la fotografía como una forma de arte. En la exposición Trícono en el Museo Ixchel (1986), donde participaron Luis González Palma, Daniel Hernández-Salazar y Mario Rivera Cabrera; el trabajo fotográfico mostró junto a una técnica desarrollada, una fuerte propuesta estética, donde el cuerpo estaba presente en la obra de todos los participantes. Esta década vio también los grandes reportajes documentales de Ricardo Mata y de Diego Molina sobre diferentes temas de Guatemala.

Daniel comenta que la arquitectura abrió mucho su mente y su conciencia respecto a la estética y la necesidad de tener una motivación artística al hacer cosas. El saber que se puede diseñar y planificar las obras que se desean hacer. La conciencia de la luz y sus efectos en personas, objetos y edificaciones. La importancia de la composición y el manejo de los tonos y colores.

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Uno de los temas favoritos de Daniel es el cuerpo humano. Según Flores Castellanos, Hernández-Salazar ha sido incluido en importantes publicaciones internacionales sobre el desnudo aparecidas en los años noventa. Flores anota que Hernández-Salazar ha definido su producción más por aspectos temáticos.

Definido por Michael A. Weinstein de la Universidad de Purdue como un humanista postmoderno, dentro del contexto de la generación de artistas-intelectuales que emergen de la globalización y especialmente dentro de las luchas, crisis y oportunidades que esta ha generado, la obra de Daniel Hernández-Salazar ha sido publicada en dos antologías personales por la editorial Kage Shobo, (Tokio, 2006) y de la Universidad de Texas (Austin, 2007). Además, su trabajo ha sido presentado en publicaciones académicas, de arte y noticiosas incluyendo el Blog del New York Times LENS, y las Revistas Harper’s y 6 mois, entre otras.

Entre el 2016 y 2018 presentó el proyecto fotográfico Guatemala se re(v)bela. Inspirado por la pandemia del Coronavirus, desarrolló la serie titulada Ciudad desierta, trabajó una nueva serie de paisaje y continúa con su tarea acerca del cuerpo y la memoria.

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De manera paralela ha desarrollado y coordinado otras actividades en el campo de la música. Dentro de estas destacan la realización y coordinación en diciembre de 1997 del concierto Cien campanas para la Paz, conmemorando el primer aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz. La dirección de Festivales Internacionales de órgano en la Catedral Metropolitana y diversos conciertos del Cuarteto del Alba.

Nunca ha abandonado la práctica de la fotografía analógica tradicional y de revelado en cuarto oscuro y es de los pocos fotógrafos en Guatemala que aún practican y enseñan esta técnica. Al mismo tiempo domina las técnicas y equipos digitales. Su trabajo está representado por la Galería Verbeeck-Van Dyck y forma parte de las colecciones del Museo del Holocausto y la Universidad de Amberes en Bélgica; el William and Mary College en Virginia, USA. y de la Universidad Rafael Landívar en Guatemala.

Su trabajo es emblemático. Basta con recordar la serie Músicos tradicionales de Guatemala, fruto del recorrido que Hernández-Salazar realizó durante varias temporadas por el país para fotografiar a los músicos tradicionales de diversos poblados.  El resultado es una impresionante colección de músicos de diferentes etnias. Esta serie respeta la dignidad de la persona y ha quedado como registro importante de este tipo de música olvidada, ejecutada por medio de instrumentos peculiares.

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De la misma forma, la serie El camino del ángel cuenta como una obra fotográfica se transformó en un ícono. La obra conmemora la historia de la guerra interna y la vida de Monseñor Juan Gerardi.  La instalación del Angel que grita, expuesto como un gran mosaico de hojas de papel en espacios públicos, “a la manera clandestina del grafiti”, transformó la visión de la fotografía en blanco y negro.

Si hablamos de performances, no podemos dejar de mencionar el realizado en la Galería de Carlos Woods donde leyó completamente desnudo un pronunciamiento en contra del ataque a la libertad de expresión, como una especie de sacrificio ofrecido a la lucha por la libertad, dejando su cuerpo expuesto y frágil ante la mirada atónita del público asistente.

A Daniel “le duele Guatemala”. Admira la época de la Revolución de 1944. Considera que Jacobo Árbenz Guzmán impulsó reformas sociales que no fueron bien recibidas en Guatemala ni en la comunidad internacional. Como homenaje a este personaje controversial, realizó el ensayo fotográfico Árbenz… fin del exilio/Apoteosis del retorno. Seguimiento fotográfico de la repatriación de los restos de Jacobo Árbenz Guzmán, presidente de Guatemala de 1951 a 1954, y del sepelio de su esposa María Vilanova de Arbenz.

Al inicio de esta presentación, citamos al escritor, crítico de arte y pintor británico John Berger, quien afirmó que, “cada vez que miramos una fotografía somos conscientes, aunque sea débilmente, de que el fotógrafo escogió esa vista de entre una infinidad de otras posibles. Que el modo de ver del fotógrafo se refleja en su elección del tema.”

Berger también dice: “aunque toda imagen encarna un modo de ver, nuestra percepción o apreciación de una imagen depende también de nuestro propio modo de ver.” Hacemos nuestro este enunciado de Berger para este caso de la historia de Árbenz Guzmán, relatada por Daniel Hernández-Salazar, de la cual tenemos un punto de vista diferente.

Compartamos Lo Bueno

Para para motivar la reflexión y promover un posible encuentro dentro de las diferencias  que nos lleve a buscar el mejor camino para la paz y la concordia, presentamos Árbenz… fin del exilio/Apoteosis del retorno en la galería de la zona 14 desde el 03 de Noviembre hasta el 22 de diciembre del presente año en horario de lunes a viernes de 8:00AM a 4:00PM y sábados de 9AM  a 12PM. La entrada es libre.

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