Artista de Chicago rellena baches con coloridos mosaicos


Artista de Chicago rellena baches con coloridos mosaicos

La pandemia de COVID-19 se ha asemejado a un camino lleno de obstáculos para muchos residentes de Chicago, pero ahora pueden dar las gracias a un artista local, Jim Bachor, por allanar el camino hacia unas inesperadas sonrisas con cuatro adiciones a su serie “arte en baches” en el North Side de la ciudad.

Artista de Chicago rellena baches con coloridos mosaicos
Artista de Chicago rellena baches con coloridos mosaicos

Junto a una calle lateral cercana al icónico club de jazz Green Mill, en el vecindario del Uptown, Bachor ha creado cuatro mosaicos de cristal y mármol dentro de pequeños cráteres en el pavimento.

La coloridas creaciones, que brillan al sol, reflejan símbolos de la experiencia de la ciudad con la pandemia.

Los mosaicos representan:

  • Una lata de cerveza Old Style, una de las marcas clásicas de Chicago.
  • Un rollo de papel higiénico.
  • Una botella de desinfectante para manos.
  • Estrella roja de la bandera de Chicago, en homenaje a una ciudad golpeada por el coronavirus.

“Es algo así como una pequeña alegría inesperada una sonrisa inesperada”, afirmó.

“Está hallando algo de humor en tiempos que no son divertidos y da un codazo en las costillas a los humanos y a las ridículas cosas que están pasando”, agregó

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Los ciudadanos de Chicago están demasiado acostumbrados a los baches y Bachor lleva instalando mosaicos con azulejos desde 2013, inspirado por un cráter especialmente persistente frente a su casa en el Northwest Side.

Todos pueden relacionarse con los baches. No importa si eres rico, pobre, joven o viejo todos los odian“, dijo.

Hace tres semanas instaló los mosaicos de 0,61 metros sobre la pandemia, siguiendo el mismo proceso usado en los otros 85 que ha completado en la ciudad.

Algunos de sus otros trabajos presentan objetos diarios como un cono de helado, o ejemplos de la naturaleza como pequeños animales y flores.

Primero, Bachor pasó de ocho a 10 horas completando el trabajo artístico en el estudio. Luego mezcló agua y cemento y tardó dos horas en instalar los cuatro mosaicos. Al día siguiente volvió para completar la instalación.

“Vivimos en estos tiempos raros y sin precedentes y pienso con qué se puede relacionar la gente”, comentó, “Fue un asunto perfecto para que hable el mayor número de gente”.

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